Empresario envía pancarta al Presidente

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Empresario envía pancarta al Presidente

Retrasos en pagos, suspensiones salariales y lo que considera como una falta de atención por parte del Gobierno. Motivaron a un empresario a enviarle un mensaje al presidente de la República. En él habla de la frustración que comparten cientos de negocios que luchan por sobrevivir en medio de la pandemia.

Alfredo Espinosa Valladares llegó a Costa Rica hace 21 años. Al darse cuenta de la falta de oferta gastronómica mexicana tomó la decisión de emprender. Después de un intento fallido, descubrió que “lo que le gusta a los ticos es el piqueo” y así fue como en una pequeña esquina de Moravia nació “La Antojería Mexicana”. Hoy ya no es esa esquina pequeña sino un local amplio en una de las principales vías de Moravia. Sin embargo, a pesar de los años, Alfredo también se ha visto afectado por la pandemia y los cierres comerciales.

“En la ocasión pasada de cierres tuve que suspender a cuatro de mis colaboradores, la pasaron muy mal, pero muy mal. Algo logramos juntar para que pudieran tener la comida básica, porque todos pagan alquiler. Y ahora volverles a decir que vienen cierres de nuevo es muy duro para todos”; comenta Espinosa.

Según Espinosa, las semanas de cierre le dejan pérdidas de alrededor del 60% y, además, para poder recuperarse tarda de dos a tres semanas mientras la gente vuelve a salir y consumir.

Otro de los afectados por los cierres es Carlos González, encargado de distribuir aguacate y tortillas a la Antojería y otros comercios. Asegura que ha perdido muchísimo dinero por el corto plazo con el que anuncian los cierres.

“Uno se prepara, los aguacates hay que ponerlos en refrigeración para madurar, eso lleva tiempo. Si de un momento a otro anuncian cierres, todo eso se pierde. Con este último cierre perdí millones de colones en aguacate y es que no soy solo yo, hay un montón de personas en la misma situación”, cuenta el proveedor.

González asegura tener los mismos gastos de siempre a pesar de que sus ingresos se han visto afectados significativamente. “Es muy duro cuando voy a las fábricas de las que yo distribuyo y ver cómo han tenido que mandar a la gente a la casa porque no hay producción. Son todas esas historias de la gente de abajo que el Gobierno no escucha”.